Todos pedimos al menos un deseo al año, sobre las velas en nuestro cumpleaños.
Pero algunos de nosotros pedimos más.. Soplando algún diente de león, lanzando una moneda en alguna fuente, a las estrellas...y de vez en cuando, alguno de esos deseos se vuelve realidad.
Y luego ¿qué? ¿Es tan bueno como lo deseamos? ¿Rozamos con ese deseo la gran fortuna de la felicidad? ¿O, nos damos cuenta que tenemos una larga lista de deseos esperando a ser deseados?
No deseamos para tener las cosas fáciles, deseamos para tener grandes cosas. Cosas ambiciosas, que casi siempre, están fuera de nuestro alcance..
Deseamos porque necesitamos ayuda y estamos asustados y después nos damos cuenta de que quizás, hemos estado pidiendo demasiado... quizas que ese deseo que algún día pedimos ya no lo queremos..
Así que seguimos deseando, porque a veces, inesperadamente, fuera de todo pronóstico, aquello que deseamos se vuelve realidad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
PaLabRitas.. ^^